2015 es un año clave para el mundo entero. El futuro de la humanidad puede ser definido a lo largo de este año. Esto, porque puede marcar el inicio del fin de la era de los combustibles fósiles y el comienzo de la era de las energías renovables o, de lo contrario, puede condenar a millones de personas a sufrir la elevación de los precios de los alimentos, la escasez de agua, la sequía, mayores inundaciones, e incluso la muerte. A finales de 2015, durante la COP21 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) que se llevará a cabo en París, se espera que los gobiernos del mundo lleguen a un acuerdo sobre el régimen climático posterior a 2020, con miras a mantener el incremento de la temperatura global del planeta en 2?

como máximo.

Como parte del nuevo acuerdo climático, los Estados deben comunicar sus respectivas Contribuciones Previstas y Nacionalmente Determinadas (INDC en inglés). Estas contribuciones no son otra cosa que Planes Nacionales de Acción contra el Cambio Climático. Suiza, la Unión Europea, Estados Unidos, México, Rusia, Gabón, ya presentaron sus planes respectivos. Resulta sorprendente que los planes más ambiciosos

sean los de Gabón y México incluso este último presentó un plan bifurcado, es decir, un plan que ejecutará de manera incondicional y otro condicionado a la disposición de más ayuda por parte de los países industrializados.

?ué sucede en Bolivia? Lamentablemente los medios de comunicación no han brindado información al respecto. No se tiene conocimiento público del estado actual de la elaboración del plan de nuestro país. Recordemos que Bolivia ha sido un país líder en la lucha por la justicia climática con importantes logros a nivel internacional el Día Internacional de la Madre Tierra es sólo un ejemplo. A nivel nacional, la Constitución Política del Estado, la Ley Marco de la Madre Tierra y la Ley de Derechos de la Madre Tierra, establecen avances muy importantes en la temática sin embargo, es importante que Bolivia asuma compromisos internacionales ambiciosos, medibles y realizables. La

elaboración de este plan debería realizarse en base a un proceso participativo, donde la sociedad civil participe y se comprometa a apoyar al gobierno en el logro de tales objetivos. Espero que en el menor tiempo posible este tipo de información esté disponible y que se inicie este proceso participativo. Es tiempo de que Bolivia lidere bajo el liderazgo

del ejemplo. Es tiempo de pasar de las palabras a la acción.